Cómo cuidar a mi mascota del frío

Se tiene la idea de que los animales no necesitan abrigo porque en la naturaleza ningún animal se abriga para pasar el invierno, por más crudo que este sea. Sin embargo esto no significa que no sufran el frío sobre todo si están débiles por estar enfermos o sean demasiado jóvenes o viejos.

Perros y gatos ancianos

A esta edad son muy comunes los problemas articulares, como las artrosis a nivel lumbar o lumbo-sacro. Estas patologías casi siempre empeoran con el frío intenso, pudiendo llegar a impedir que el animal logre levantarse solo y caminar. Por lo que necesitan sin duda estar abrigados en el invierno cuando salen a la calle o si permanecen en un patio. Además los animales ancianos no tienen sus defensas en estado óptimo y su energía es menor que cuando son jóvenes, por lo tanto es muy importante cuidarlos del tiempo frío, sobre todo a la noche, cuando descansan y se quedan muchas horas inactivos. Este es el momento en que es más posible sufrir un enfriamento.

Los perros de tamaño pequeño también padecen mucho el frío, pues su superficie corporal es muy grande en relación al tamaño, y esto facilita la pérdida de calor. Además sus reservas calóricas son menores y tienen menor capacidad par generar calor durante un tiempo prolongado.

Existen innumerables modelos de abrigos para perros, que se pueden obtener en diversos colores, tamaños y calidades. Los hay más o menos abrigados y también impermeables para protegerlos de la lluvia. Incluso se pueden conseguir botas para perros, aunque muchos no las toleran y no paran hasta lograr sacárselas. También hay abrigos para los gatos, o puedes usar uno de perro pequeño. Para ellos quizás es más apropiada la manta térmica, donde pueden descansar cómodos y bien calentitos. Si vas a comprar un abrigo para tu mascota, toma la medida de su lomo desde la base del cuello hasta el nacimiento de la cola. Es importante que la prenda cubra todo el lomo para que lo proteja realmente del frío a tu mascota.

Si tus mascotas viven en el exterior, también puedes colocarles un abrigo, especialmente durante la noche. Deben contar con un sitio techado donde guarecerse y una superficie para acostarse que los proteja del frío y la humedad del suelo. Para esto sirven las casetas o los colchones.

 

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *