Rusia acaba de registrar Karnivak Cove, la primera vacuna contra la COVID-19 diseñada para animales. Según ha informado el Centro Federal de Sanidad Animal ruso, los ensayos clínicos comenzaron en octubre de 2020 y se realizaron con perros, gatos, zorros árticos, visones y otros animales. “Los resultados de la investigación nos permiten concluir que la vacuna es inofensiva y su alta actividad inmunogénica, ya que todos los animales vacunados probados en el 100 % de los casos desarrollaron anticuerpos contra el coronavirus”, ha afirmado el líder de la investigación Konstantin Savenkov. Con respecto a la inmunidad conferida por dicha vacuna, los investigadores indican que es de al menos seis meses.
En el comunicado del Centro Federal de Sanidad Animal de Rusia también se indica que se espera comenzar en abril la producción en masa del medicamento, que está previsto que compren granjas peleteras tanto de Rusia como de otros países como Grecia, Polonia, Austria, EE UU, Canadá y Singapur.
Otras vacunas para animales en desarrollo
Además de la vacuna rusa, EE UU también tiene proyectos bastante avanzados y las compañías Zoetis y Medgene Labs están trabajando y probando una vacuna contra el COVID-19 en visones. En el caso de Zoetis, en su Centro de Enfermedades Transfronterizas y Emergentes se comenzó el año pasado a desarrollar una vacuna para su aplicación en mascotas, aunque posteriormente se adaptó el proyecto para su aplicación en gorilas y visones.
Importancia en la lucha contra la pandemia
Según la Organización Mundial de Sanidad Animal (OIE), varias especies animales han demostrado susceptibilidad al virus, y se dispone de pruebas de que los animales infectados pueden transmitir el virus por contacto a otros animales en entornos naturales, tales como la transmisión entre visones y la transmisión de visones a gatos. Los visones de cría son altamente susceptibles a la infección por el virus y las observaciones de la vigilancia en Dinamarca muestran que el SARS-CoV-2 introducido en las poblaciones de visones sigue evolucionando a través de mutación viral. Otras especies, sin embargo, no parecen susceptibles a la infección por SARS-CoV-2, como por ejemplo las aves de corral y los bovinos.
Si bien actualmente no existe evidencia científica de que se haya producido la transmisión de una nueva infección por coronavirus desde otros animales a humanos, las autoridades sanitarias creen que algunas especies podrían funcionar como reservorios del virus, lo que supone un elevado riesgo de salud pública ya que puede conducir a nuevos eventos de zoonosis (salto a humanos). El uso de la vacuna, según los científicos rusos, puede prevenir el desarrollo de futuras mutaciones del virus.
¿Y las mascotas?
Como indica la OIE, los animales de compañía no parecen estar desempeñando un papel relevante en la propagación de la pandemia, aunque se sabe que pueden infectarse. Por lo tanto, si tenemos mascota y contraemos la COVID, los expertos recomiendan seguir las mismas medidas de aislamiento que con los humanos y evitar el máximo el contacto físico con nuestros animales para no comprometer su bienestar. Además, la OIE recomienda “mantener en el interior a los animales cuyos propietarios están infectados por el virus de la COVID-19 de conformidad con las recomendaciones similares de confinamiento que se aplican a las personas en el país o área”.
Fuente: Muy Interesante